Cuenca sedimentaria

Desierto de Taklamakán, bajo la superficie del cual yace la cuenca sedimentaria del Tarim, una acumulación de varios kilómetros de espesor de sedimentos transportados por la red fluvial desde la meseta tibetana, al sur, y desde la cordillera del Tian Shan, al norte. La longitud de la cuenca es de unos 1000 km; el norte está aproximadamente en la parte superior de la imagen.

Una cuenca sedimentaria es una zona deprimida de la corteza terrestre de origen tectónico donde se acumulan sedimentos. Para su formación se requiere un proceso de subsidencia prolongada.[1]​ Los límites geográficos de las cuencas sedimentarias están definidos por los límites de las zonas subsidentes y las zonas en proceso de levantamiento o estables que las bordean. Una cuenca sedimentaria se considera activa mientras duren los procesos tectónicos que la originaron, tanto de subsidencia de la misma como de elevación de las áreas circundantes.[2]

El análisis de cuencas es la parte de la estratigrafía que se ocupa del estudio de las cuencas sedimentarias; de hecho el análisis de las cuencas sedimentarias es el fin último, ideal, de los estudios estratigráficos, integrando los datos estratigráficos de los materiales de relleno junto a otros tectónicos, petrológicos, geoquímicos, etc.[2]

  1. «Chapter 11: Sedimentary Basins». Sedimentary Geology (en inglés). Massachusetts Institute of Technology. Consultado el 11 de junio de 2014. 
  2. a b Vera Torres, J. A. (1994). Estratigrafía. Principios y métodos. Madrid: Editorial Rueda. p. 806. ISBN 84-7207-074-3. 

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